El Parlamento catalán aprueba un impuesto a bebidas azucaradas… pero no a los alimentos
En su afán por regularlo todo, el Parlamento de Cataluña ha aprobado un impuesto sobre las bebidas azucaradas. El caso es que la votación ha mostrado una extraña alianza política entre diputados independentistas y constitucionalistas.
El Parlament ha avalado este jueves que el Govern impulse un impuesto a las bebidas con exceso de azúcar y sodio, aunque ha rechazado que el Ejecutivo fije el mismo impuesto para alimentos de la mismas características, con exceso de azúcares, sodio y grasas saturadas. El impuesto sobre los alimentos preveía una carga tributaria para las grandes distribuidoras de alimentación, pero no ha prosperado por los votos en contra de JxSí y del PP.
La diputada de SíQueEsPot Marta Ribas ha defendido la moción sobre políticas públicas respecto a los alimentos que hacen enfermar, y ha tachado a JxSí y al PP de «aliados» de los lobbies del sector de la alimentación por su voto negativo al impuesto, que ha propuesto la coalición de izquierdas.
Ambos grupos también han rechazado un fondo de 100 euros para las familias en riesgo de pobreza o exclusión social con menores a cargo para garantizar una dieta sana y equilibrada, pero la diputada de JxSí Anna Caula ha justificado el voto contrario porque es un tema que «se está abordando en los Presupuestos».
La diputada del PP Marisa Xandri ha criticado que SíQueEsPot «utiliza a los más débiles para hacer demagogia», ha asegurado que nadie quiere que los niños pasen hambre y ha pedido abordar el tema de los alimentos saludables y los no saludables con más profundidad.
Assumpta Escarp (PSC) ha pedido al Govern que determine los departamentos u órganos responsables de llevar adelante las medidas contra los alimentos insanos, y ha reclamado «facilitar» el acceso a alimentos sanos, sostenibles y de proximidad a la ciudadanía.
Por la CUP, la diputada Gabriela Serra se ha mostrado partidaria de prohibir los alimentos insanos y la publicidad televisiva y estática que los fomenta, y ha subrayado la necesidad de establecer impuestos progresivos que tengan en cuenta «la economía personal y cotidiana».
El diputado de C’s Jorge Soler ha advertido de que «no puede haber cada día una nueva tasa en Cataluña, tiene que haber una solución global» y ha asegurado que no se puede gravar un alimento en Catalunya y que se pueda comprar el mismo producto más barato en otra comunidad.
El Parlament sí ha aprobado el punto que hacía referencia a crear una nueva tasa sobre las bebidas con exceso de azúcar y sodio en 2017, un gravamen que contemplan JxSí y la CUP en la conversaciones de los Presupuestos y que negociaron en el pasado CiU y ERC sin que llegara a prosperar.
Otros puntos aprobados contemplan la creación de un perfil nutricional que categorice los alimentos, una clarificación en el etiquetaje, una regulación de su publicidad y la revisión de la oferta de alimentos y bebidas insanas en centros escolares y equipamientos de titularidad pública.